Fecha de publicación: 05/08/2024
Desde redes sociales y mensajería instantánea, hasta herramientas de productividad y entretenimiento, estas aplicaciones se encuentran interconectadas a la vida diaria de los usuarios por las facilidades y utilidades que brindan. Para su correcto funcionamiento, las aplicaciones solicitan permisos para acceder a diferentes funciones y datos que se almacenan en el equipo móvil, no obstante, esto puede plantear riesgos a la privacidad.
En este contexto, en LAFORSE-HG consideramos que es fundamental entender cómo estas aplicaciones acceden a la información y qué medidas se pueden tomar para proteger la seguridad digital.
¿Cómo funciona?
Las aplicaciones móviles suelen requerir permisos para acceder a ciertas funcionalidades y datos del dispositivo móvil, como micrófono, cámara, GPS, contactos, fotos, grabaciones de audio, mensajes, entre otros. Los permisos permiten a las apps recopilar información personal sensible, lo que puede usarse para fines comerciales o, en el peor caso, favorecer a ciberdelincuentes.
Las aplicaciones pueden pedir acceso a la galería para compartir fotos, a la grabadora de audio para enviar mensajes de voz, o a la ubicación para ofrecer servicios basados en geolocalización. Aunque algunas de estas solicitudes son legítimas y necesarias para determinadas aplicaciones, es esencial que los usuarios revisen cuidadosamente qué permisos están concediendo y por qué.
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